No tolero suciedad en mis botas

En mi adolescencia me compré botas militares negras de estas de cordones que me hacían sentir poderosa, eso unido a que me salieron curvas me ayudaron a descubrir que lo de ser domina era mi destino. Sin saber bien lo que hacía y el por que, me empecé a atrever con chicos de mi edad a darles un bofetón y decirle que me besaran las botas y cuando aquello empezó a funcionar y vi que me encantaba verlos besar mis botas, fue destapar la caja de pandora.

Para mi el femdom es descubrimiento, ver lo que hacen los sumisos por una es maravilloso, ver que los chicos se excitaban con algo así me excitaba a mi también, tenerlo a mi merced pudiendo pisarlo, darle patadas y humillarlo verbalmente.

Siendo sincera la mayoría de las veces no funcionaba y se quedaba un momento embarazoso pero el tortazo se lo llevaban y a mi me daba igual la fama que estaba cogiendo jajaja. Aún así me sorprendía la cantidad de chicos que lo permitían. Entiendo que es el gusto por la humillación, por dejar de pensar y dejarle el control a otra persona o ser una forma de acercarse a las piernas de una chica que está varias ligas por encima vuestra, no se que os mueve pero veo que lo disfrutáis.

Besar mis botas es algo que hago con todos mis esclavos, eso sí al que es algo más propenso y le dejó lamer mis suelas y que me las deje limpias como si fueran nuevas, no le permito que me haga un cunnilingus por lo menos no en la sesión y además tiene que hacer enjuagues después de ese tipo de acciones.

El adorar mis botas me parece una forma estupenda de empezar y acabar mis contactos con mis esclavos es como recordar cada vez que nos vemos en qué consiste nuestra relación. Y es de lo más relajado para mi, por lo que cuando estoy cansada o tras un orgasmo es una actividad perfecta para que el esclavo este humillado y atendido sin esfuerzo alguno.

Al mismo tiempo como práctica de castigo es super completa, puedes clavar el tacón de una bota mientras el esclavo está lamiendo la otra, puedes dar patadas en la cara, en las costillas, hacer trampling, pisarle con el tacón o simplemente clavarle el tacón donde excite o duela, pasearlo a escaso dos dedos de tus botas mientras está de rodillas, permite tal variedad de juegos que creo que las colocaría como el segundo dispositivo sexual más preciado por mi.

Y contaros algo más de mí, la forma que más me gusta de que me laman las botas es atar al esclavo totalmente, manos y pies a la espalda, que la única forma de moverse sea arrastrando su barriga por el suelo como si fuera una serpiente, y en ese momento de indefensión hacerla sacar la lengua y que use su lengua para lamer la suela de mi bota apoyada en el suelo, mientras con la otra voy jugando con mi tacón en diversas partes de su cuerpo.

Ahí va mi pregunta: ¿por qué os excita lamer las botas de vuestra ama?